Thursday, March 22, 2007

Mi abuelo fue un gran hombre


Cuando al otro lado del mundo se daba la noticia del hundimiento del barco Titanic, de este lado, en un lugar de nombre “Ponte Suela” en la provincia de Santiago De Los Caballeros, Eliseo Reyes y Marcelina Santos anunciaban la llegada de su cuarto retoño: Antonio Reyes Santos, el día 15 de abril del año 1912.

Eliseo Reyes y Marcelina Santos, “mama Ina”, forjaron una familia de 12 hijos, en la cual apodaron al pequeño Antonio como “Yuyo”.

En su juventud disfrutó del juego de gallos y montar caballos, pero a los 21 años ingresó a la milicia, era el año 1933, y ya había comenzado la tiranía de Rafael Leonidas Trujillo.

Un tiempo después, en el año 1946 fue enviado a Moca de servicio, cuando Trujillo decidió ir a una escuela de señoritas en el pueblo. Estando en la escuela observó que en el grupo de jóvenes elegido para dar la bienvenida al dictador, hubo una en particular que cautivó su vida: Mercedes Espejo Grullón. Se dice que segundos después de verla dijo “con ella me voy a casar” y así lo hizo.

Junto a su esposa Mercedes procreó ocho hijos. A cada uno le proveyó nombres característicos: Jacinto el agrónomo, Esperanza la de buena fe, Radhamés el noble, Felipe (Pimpo) el militar, Cándida la madre, José (Chepito) el pastor, Mercedes como su madre y Rafael (Felo) el más joven. Todos vivos ejemplos, para quienes no conocieron al señor Reyes, de quién fue él.

Fue pensionado como segundo teniente, después de servir 28 años en la entonces Aviación Militar Dominicana, hoy Fuerza Aérea Dominicana. En él sólo existió valor, fuerza y responsabilidad. Papá, abuelo o Don Antonio fue un hombre cristiano católico, militar disciplinado y dominicano humilde.


Padre y abuelo de toda una generación que lo recuerda con amor y respeto. Son recordados sus jarros de agua con limón, su radio prendido con la pelota, sus chacabanas y guayaberas, sus mentitas escondidas en su bolsillo derecho (para las nietas y nietos más pequeños), sus antojos por los caldos, su buen apetito, su fuerza, su afecto hacia todos sus nietos, por poner a “tres patines” en su radio. Será recordado también por ser furibundo aguilucho, feligrés de buena fe, por su astucia de guardia viejo, su alineación y costumbres, por su respeto hacia los demás, por enseñar a las nietas a alimentar los gallos, por las veces que se dejaba peinar por ellas y por su forma particular de demostrar cariño.

Papá nos dejó la mejor y la más rica herencia de todas: una familia unida y alegre, en la cual los tíos son padres y los primos son hermanos, donde los buenos momentos y el humor reinan. En la cual el amor es la mejor excusa para juntarse. Una familia de valores bendecida con paz y unión.

Abuelito, el momento en el que partiste fue difícil aceptar que no estará ya más con nosotros: tres salvas dispararon en tu nombre, coronas de flores con mensajes de misericordia, multitud de familiares y amigos fieles presenciaron tu despedida y un último saludo militar fue dado en tu honor por que fuiste un gran hombre.

Pero sabemos que usted está en un mejor lugar. Aquí nos seguiremos dando ánimo y fuerzas uno con el otro. Estamos orgullosos de tu vida aquí en la tierra y sabemos que Dios te entregó una morada allá en el cielo.

Esto no es un adiós, sino más bien un hasta luego.

¡La Bendición Abuelo !

6 comments:

luima said...

Que bueno es poder vivir una vida tan fructifera y que sus descendientes se sientan orgullosos . Lo envidio sanamente.

BB said...

que bonito.. que en paz descanse!

un abrazo!

Anonymous said...

fria humedad recorre mi rostro
cafe y cigarro acompanan las palabras k hoy kisiera expresarte y la distancia las ahoga sin piedad. pero aun estando d este lado admiro tu entereza y te extrano..

Julibeth said...

Muy hermoso, se siente que fue un hombre maravilloso y muy querido, me hizo lorar pero solo leer tus palabras me basto para conocer un poco mas de tu linda familia.Y asi como dices el estara en un lindo lugar, ya estuvo un buen tiempo enseñandolos a vivir de una forma diferente.

Anonymous said...

De la manera mas elocuente decirte, que a través de tus ideas plasmadas en estas columnas, se denota de una manera limpida, tus valores y la pulcritud de tu ser, sencillamente te felicito y te deseo probidad, exito y uberrimidad, en tu hacer profesional y personal.


CARLOS MENDIETA

Anonymous said...

always pure and charming! mua