Friday, December 28, 2007

Pobre rica avena


Con esto de la tecnología instantánea y light, me preparé una avena 1-2-3.
Los números indican los simples pasos a los que nos atenemos al preparar la avena de hoy en día.

1-2-3…

Avena en tres pasos…
Yo no lo hubiera pensado.
¿Por qué ha de ser esto importante?
¿No se supone que la avena se cocina?
¿Que es para uno de esos días en los que hundimos nuestros pies en medias calientitas y nos abrazamos de telas cándidas y tiernas… que encendemos la estufa con un suspiro de nuestra canción favorita, de esos días que quieres mimarte con algo dulce y con sabor a canela… de esa receta tradicional que nos transporta a cuando aún éramos niños?

Ahora todo eso se consume en tres “sencillos” pasos. No que la forma convencional sea difícil. Pero bueno, tres pasos.

Número uno:
Tomas una taza grande (de esas que si llenas de café y te la tomas entera no dormirás nunca).

Número dos:
Mezclas ¾ de leche o agua (¡o agua!) con la avena en polvo (¿en polvo?).

Número tres:
Esperas dos minutos a que suene la alarma del microondas advirtiéndote que ya está tu cena.

1-2-3…

¿En verdad necesitamos tanto apresure en nuestras vidas?
La avena instantánea hoy en día no es problema, pero antes era lo mejor.

2 comments:

Anabelle Pérez said...

jajajaja son ricas! pero no es lo mismo que la de mamá!

Marnely Rodriguez-Murray said...

yo odio la avena, pero me siento muy identificada con este post, hate the 123 thinkin de food and all...enjoy and savor things longer...