La falta de RUIDO

No quiero escuchar cuando el silencio me habla. No puedo sostener mi pánico hacia el ruido inexistente. Regresan las voces. Y después del miedo al silencio, este se queda conmigo en la música, a solas, en la televisión, en el baño, en mi habitación, en mi cama, al lado mío.

Me muerde las neuronas, me jode el estómago, juega con mis tímpanos. El sudor frío entre mis dedos no deja secarme bien la cara, y mis ojos me persiguen las ideas. Pienso en qué puedo hacer… y ya no hay amigos que llamar, no hay comida que comer, no hay tema del que hablar, no hay paisajes que contemplar, no hay fijación visual.

Me quedé en la fijación oral. Me da asco la inteligencia de mi amigo Froid. Mi relajación se quedó en la boca. Obviamente.: se prende un cigarrillo, de cuela un café, se muerden las uñas, se mastica un caramelo, se chupa un dedo, se come…y se come… y se come… y se acabó la comida. Entró el pánico.

- ¡que no! El ruido no es contaminación ambiental.El ruido es mi aliado, no más.

¿Cómo distraigo mi paranoia ahora? No es justo. Si fuera miedo a la oscuridad de seguro prendiera una velita y listo.

El dolor de estómago… mi peor enemigo. La ansiedad, nadie la entiende.
-¿Por qué estas ansiosa?
-¡que no sé carajo!... que estuve callada en un lugar sigiloso y solitario por mucho tiempo y ya me jodí los nervios.

Es una herencia. No sé si el miedo al silencio lo sea, pero los nervios dañados sí. Vienen de mi madre. De mi padre heredé el mal genio hacia algunas cosas. Pero en fin, el maldito silencio.

Es de madrugada. Son las 1 a.m.
…escribo para escuchar el teclado y para escuchar alguna que otra narración en mi cabeza. Para espantar las voces del silencio y dormirme sin soñar.

Bienvenido sean los sonidos...

Mi vida es tan aburrida, honestamente, que tengo que apreciar las cosas ordinarias y corrientes. Tengo que leer un buen libro y vivir enamorada de las cosas que no comprendo. Reírme de lo que no tiene gracia. Entretenerme con lo absurdo. Pelear por esto y aquello. No escuchar y hablar todo lo que quiero para enojar a mis amigos. Escuchar a mis amigos por que me necesitan.

Mi vida es tan aburrida, honestamente, que tengo que hablar con extraños. Contigo, con él y ella, con Dios, con mi otro “yo”, con quien no quiero, con quien no debo.

No soy perfecta y no busco serlo. No me atrevo. Aunque mi temor sane. Mejor lo malo conocido que lo malo por conocer. Si me curo de mi ansiedad puede que vega algo peor. Algo desconocido.

I live in a permanent twilight zone.