Saturday, November 25, 2006

Caminando por El Conde


Fui a la calle El Conde Peatonal con un libro bajo el brazo, por si me aburría al final del camino. Crucé la Palo Hincado casi arriesgando mi vida, con el Parque Independencia a mi espalda, y sin rumbo alguno.

Había tanta gente que no podía ver a más de diez metros de mis pasos. Unas carpas nuevas en medio del camino peatonal, y una feria desabrida que comenzó el día antes.

Una metamorfosis de música le hizo fondo a mis pasos mientras mis ojos se perdieron en un vaivén de personajes: hombres, mujeres, niños, ancianos, locos, bohemios, rastas, metálicos, urbanos, haitianos, europeos, centroamericanos, gringos, homosexuales, palomas y estatuas.

Después de unos minutos mi estómago gritaba hambre y me paré a comprar una empanada de queso. La señora del puesto me vio la cara criolla y cobró el precio justo. Me marché con empanada en mano; caminé unos cortos pasos y mi boca se robaba un último bocado.

Me fijé en los tantos extranjeros enamorados de la vieja arquitectura colonial y de las negras mulatonas que aparecen en los bares de la calle.

Paré a contemplar una vitrina llena de pelucas exóticas, y de pronto se escucharon trompetas: era una marcha de las estudiantes del Liceo de Señoritas Salomé Ureña. Marchaban por la Mujer y contra la violencia intrafamiliar; el día después se conmemoraba el Día Internacional Contra la Violencia a la Mujer. Me uní a la caminata con ganas de apoyar y satisfacer mi feminismo, pero la marcha no llegó a la mitad de la calle. Me separé de las desganadas con poco orgullo y seguí mi camino, paso a paso y charco a charco, había llovido poco antes.

Un olor a gente, a cigarrillos, a incienso, a fritura y a café me hacía desequilibrio a la nariz. Una calle llena de libertad. Una zona llena de amores fugitivos, artistas hambrientos y locura emancipada.

Buhoneros vendían libros con manchas de vejez a mitad de precio: “Los funerales de la mamá grande”, “Matemática: para la educación media”, “La era de Trujillo, por Jesús Galíndez”. Cuando me preparaba para ojearlos obviando el letrero No Tocar, escuché la voz de un hombre cristiano evangelizando a los mundanos por un altoparlante que molestaba: “El Señor espera por ti y por mi, hermano”, vociferaba violando las regulaciones por la que velan los policías en la noche.

Estuve en búsqueda del frío-frío perdido, a esa hora el calor arropó mi cordura y la sed se apoderó de mi, ¿y qué si lo hacen con agua de contén?, pensé. Después de unos minutos entré a La Cafetera, el eterno merendero, y compré agua.

Mis pisadas me llevaron al final, ¿o al comienzo?, de la calle y me enamoré del busto de Bartolomé Colon. Me senté en el parque frente a la Catedral para que mis pies me perdonaran y espanté a las palomas. Abrí mi libro, pensé en leerlo pero lo cerré, escogí leer ese paisaje.

“… de colores son los pajaritos que vienen de fuera…”

6 comments:

Marnely Rodriguez-Murray said...

barbaro vieja, tu escribes ufff, demasiado..too much, too much...me da gusto leerte cuando posteas, ti manera de escribir, de describir, de todo, me fascinan! te adoro babe!

Unknown said...

Tú escribes muy bien.
El que busca encuentra, fuiste al Conde con un libro debajo del brazo con la intención de leer, pero no te interesaba el libro. Pese a esto seguía tu espíritu buscando que leer y lo encontraste.

Baakanit said...

"¿y qué si lo hacen con agua de contén? "

Creo que los dominicanos estamos inmunes a todas esas chucherías.

Me hiciste recordar mi paseo por la Zona Colonial, estuve por ahí por primera vez en muchos años y me has regresado esa magia con tus descripciones de olores y gente.

Bueno te me cuidas.. me gusta el título de tu blog desde que lo vi actualizarse en blogsdominicanos.com, esperé encontrar aquí una magia poética.

Bueno, ya basta de alabanzas! Después te lo crees todo o no te lo crees nada. ;)

Ciao

hilda said...

me encanta como escribes la verdad es que si ;)

Alguien said...

me encanta tu forma de escribir, genial. ahora mismo te agrego, me encanto como lograste atrapar con tus palabras la esencia de esa zona msitica donde nacio mi primer cuento, como el de mil escritores y actores mas, me encantaron tus metaforas, y como describiste la realidad, haciendo critica inteligente, magnifico, magnifico, estimulas la imaginacion de quien te lee. me encanto, me encanto.

Pedro Genaro said...

Hola Suzette, estaba buscando información sobre el Conde a ver si alguien había vibrado como yo con lo particular que es esa calle. Me gustó mucho tu post, con descripciones muy vívidas y auténticas.

Saludos y te invito a pasar por mi blog "Crónicas de los minutos que ya pasaron..."